Querido alumno del colegio arzobispal, hace un par de semanas se nos entregaron las notas de la intermedia. Y si, ha sido una matanza. Por mucho que tuvieras esperanzas de rascar el cinco, por mucho que hablaras para convencer, y por mucho que calcularas, en tu interior sabías la verdad. Pero estate tranquilo porque la intermedia es intermedia, no definitiva. Y todavía tienes medio mes para cambiar tu situación. A continuación, te ayudo con 5 cosas que no debes hacer cuando se acercan las notas de evaluación.
- Estar viendo vídeos en el chromebook
En la vida uno tiene muchas tentaciones, y una de ellas es que cuando el profesor pide que saques el chromebook, instantáneamente y como quien no quiere la cosa, piensas “¿Y si miro el resumen del partido de ayer? ¿O a lo mejor podría jugar a un juego? Pero oye, tranquilo, porque no es tu culpa, es culpa del constructo social “Carpe diem” que nos han metido en la cabeza.
El problema es, que obviamente el chromebook te distrae. Te distrae tanto que desconectas totalmente de la clase para conectarte a la máquina y cuando te preguntan te quedas mirando con una cara de: “no tengo ni idea de que tengo que responder”. Sin mencionar que te has enterado de entre 0 y nada de lo que ha explicado el profesor. Pero obviamente tienes que darte cuenta de que lo más importante es aprenderte como es el interior de la tierra, o como es una frase sintácticamente etc. Además, si ponemos en una balanza unos minutos de chromebook o una bronca y varios castigos de tus padres cuando llegue la evaluación, la cosa está clara.
- No apuntar absolutamente nada en el cuaderno
Todos, conocemos bien esa sensación, esa intuición que se da lugar cuando el profesor dice “sacad un cuaderno y un boli” y acto seguido coje una tiza nada más empezar la clase. Si, es desmotivador. Y aunque muchos podemos enterarnos de lo que va explicando durante la clase simplemente escuchando, no basta. El no apuntar nada en el cuaderno, a nivel académico tiene una gran desventaja, y es que llegas el lunes, de repente el profesor pide los cuadernos. Así, sin previo aviso, te han lanzado una flecha directa a mínimo un 30% de la nota, y sabiendo cómo tienes el cuaderno pinta a que va a suponer una herida importante.
Entonces, sabiendo todo esto, es hora de cambiar. En cuando el profesor escriba la más mínima letra o número en la pizarra, casi antes que el mismo profesor, lo tendrás copiado. En cuanto sientas esa intuición del “sentido estudiantil” debes predisponerte, coger el boli y el cuaderno e ir a por todas.
Además de que tiene sus ventajas: te sirve para repasar bien todo antes del examen (para tener más oportunidades de buena nota, o simplemente para aprobar) y obviamente para tener mínimo ese 30% de la nota asegurado.
- Ponerte a hablar toda la clase con tu compañero.
Pongámonos en situación: estás cansado y buscas una manera de amenizar esa sensación, y da la casualidad de que tienes delante, detrás o en las bandas a un compañero con el que crees poder deshacerte de ese aburrimiento. Empiezas llamándolo por su nombre, y continuas la táctica diciéndole cualquier tontería para que te conteste, y en el momento en el que lo hace, empieza la diversión. Empezáis a hablar de cualquier cosa, o hasta de varias a la vez.
Aquí el problema es serio, porque no solo tú no te estás enterando de nada con respecto a la clase, si no que tu compañero de sálvame también. Es como lo de tirarse de un edificio si tus amigos lo hacen, dado que los dos os estáis tirando a perderse una clase entera. Además, es adictivo. Si te despistas, puede que no aproveches las clases.
Así que por tu bien el de tu compañero y el de vuestras notas intermedias, hablad menos y escuchad más al profesor. Y así como consejo, si es un compañero el que te induce a ti a hablar, hazle el favor y dile que preste atención a la clase.
- Intenta distraerte con cualquier objeto a tu alcance
Esto, esto ya es otro nivel, esto es de estar muy cansado o muy aburrido. En este punto te sirve cualquier cosa para no estar en clase. Utilizas lo que sea necesario para mantenerte entretenido, porque ya ni siquiera es divertirse, es simplemente estar ocupado. El boli, los colores, la goma, hacer bolas de papel, la ventana si tienes acceso a ella etc.
Crea un espacio limpio, sin distracciones y por favor, concéntrate.
- No estudiar ni hacer los deberes
Como no, el clásico más clásico de todos. Llegas a tu casa y, ¿lo primero en lo que piensas?: descansar obviamente. Y no está mal en absoluto, de hecho, te animo a hacerlo, pues descansar un rato te ayuda a volver más fuerte al trabajo. El problema es cuando el descanso es indefinido. Entonces comienzas a estresarte, miras lo que tienes que hacer y te parece mucho. Con toda esta situación la única salida que ves es hacer lo justo y necesario (a veces hasta decides que es mejor no hacerlo), pero lo haces mal y rápido, no aprendiendo nada en el proceso.
Esta situación te resultará familiar. El problema radica en cuando esto se vuelve un círculo vicioso, y estas así cada tarde. Además de que al hacer solo lo justo y necesario tendrás problemas con el trabajo acumulado. Estos escenarios no pueden darse, es obligatorio para aprobar la evaluación, que trabajes en tu casita, sin necesidad de que estén detrás de ti como si tuvieras seis años o tuvieras problemas. Debes darte cuenta de esta situación y cambiarla. Así que la única pregunta que queda hacer es: ¿Vas a ir con todo y vencerte o vas a seguir siendo un mierdecilla? Solo TÚ puedes hacerlo y desde el periódico del Colegio Arzobispal, que sepas, que creemos en ti.