El pasado fin de semana, chicos desde 3º de la ESO hasta 2º de Bachillerato, nos hemos ido de campo de trabajo a la Casa de la Misericordia de San Gabriel (Granada) para estar con personas con discapacidades físicas e intelectuales. Al principio no estábamos seguros de lo que íbamos a hacer allí, pero al paso de los días nos hemos sentido verdaderamente acogidos por ellos.
En cuanto llegamos nos instalamos en nuestros cuartos y después fuimos a hacerles una visita a los chavales del centro. Había chicos con diferentes discapacidades y al principio nos costó romper el hielo, pero enseguida nos pusimos a hablar: estuvimos un rato largo con ellos y después de cenar y rezar, nos fuimos a descansar para coger fuerzas para el día siguiente.
El sábado nos levantamos y después de la Misa en la pequeña capilla de los hermanos, desayunamos y nos dividieron en tres grupos para hacer diversas tareas y trabajos: un grupo se quedó en la casa pintando y decorando la casa; los otros dos grupos se fueron a distintos pueblos para adornar las calles. Todos nos pudimos ejercitar en el servicio a los demás y en el trabajo.
Por la tarde dimos un paseo con los chavales por las calles de Granada para ver los decorados y luces navideñas y allí, a pesar de las dificultades que tienen para expresarse, pudimos ver la ilusión que les hacía pasear con nosotros.
El domingo, después de rezar y desayunar por la mañana, nos fuimos a Moclín a celebrar la Misa con la gente de pueblos de alrededor y participamos en la Minerva, una pequeña procesión alrededor de la parroquia para rendirle culto a la Eucaristía.
Compartimos una comida con el padre Paco, director de la Casa de la Misericordia y después nos volvimos a Madrid. Ha sido una experiencia única e inolvidable, hemos aprendido a convivir con los chicos con discapacidad y hemos descubierto a Jesús en los pobres.