La estrecha relación que existe desde hace años entre el Colegio Arzobispal-Seminario Menor de Madrid y la parroquia Virgen de la La Paloma se ha concretado en forma de acogida en estas semanas siguientes a la explosión del edificio parroquial. Casi desde el primer momento, el centro se ofreció a los sacerdotes de La Paloma para todo lo que necesitasen. «Surgió de una forma muy natural –explica Iñaki Martín, formador del colegio– por esa relación que ya tenemos, en todos los cursos hay algún niño que está en La Paloma».
Así, las instalaciones del centro acogen todos los fines de semana a cinco comunidades del Camino Neocatecumenal de la parroquia y a 13 grupos de catequesis de Primera Comunión y Confirmación. Las comunidades pueden celebrar la Eucaristía en la capilla los sábados por la tarde y los domingos por la mañana, y los niños de las catequesis ocupan prácticamente la totalidad de las aulas los viernes por la tarde. «Llenan el cole porque además, como ya estaban formados en grupos más pequeños por el tema del coronavirus…».
«Nos hemos sentido muy concernidos con este tema», reconoce el formador, y no solo por la cercanía física y emocional con La Paloma, sino también porque «tenemos una vocación clara de acogida» y además «en nuestro ADN está muy marcada la realidad eclesial: somos un colegio muy de Iglesia, muy abierto a todas las realidades». Desde la propia comunidad educativa esto se ha vivido muy bien, «además, en la práctica no es un gran esfuerzo» y, por su parte, los feligreses de La Paloma «están encantados, muy agradecidos».
Fuente: Infomadrid / B. Aragoneses