Ayer por la mañana tuvo comienzo el campamento de Colonias 2021. Tras un duro año azotado por la pandemia en la que hemos intentado vivirlo lo mejor posible, este verano hemos vuelto a la carga más fuertes que nunca y por supuesto con todas las medidas anti-Covid 19.
Diez de la mañana del jueves 1 de julio de 2021. La alegría, las ganas y la ilusión se respiraban en el ambiente. Sin embargo, antes de empezar esta aventura debían pasar todos por una pequeña prueba…El test de antígenos… Superada la primera prueba, solo se podía ir a mejor. Llegamos a lo que iba a ser nuestro hogar durante los próximos días. Nada más llegar, los acampados fueron separados por habitaciones, organizaron sus camas, maletas y bajaron a desfogarse al campo de fútbol. Tras un necesario parón para reponer fuerzas y comer, tuvo lugar un rato de descanso para recargar las pilas y conocer a los demás.
Los acampados fueron separados por grupos en los que competirían en las Olimpiadas, que duran a lo largo de toda la semana; fueron enviados a crear un nombre, un grito y una «haka» que les representase. Tras la tensión al contemplar el grito y la haka de todos los equipos, el juego estaba servido y las olimpiadas habían comenzado. A continuación de la merienda, dimos paso a las catequesis que están marcadas por un padre, un esposo y un forjador de hombres: San Jose. El día no podía acabar de una manera mejor que con la eucaristía. La noche estuvo marcada por una deliciosa cena y una exquisita película, José el Rey de los Sueños.
Esta mañana los acampados se han levantado a ritmo de trompeta militar con estiramientos incluidos; hemos encomendado el día a la Virgen dispuestos a dejarnos sorprender con este nuevo día que Dios nos regala.