Ayer volvimos a tener un día “normal”. Olimpiadas y juegos. Después del día de la marcha pudimos descansar lo suficiente como para estar otra vez a tope.
Por la mañana tuvimos partidos de fútbol y baloncesto. Destacar que La Xavineta no consiguió ganar ninguno de los dos partidos y para sorpresa de todos los Pavos Rangers ganaron su primer partido. Fue un partido de fútbol épico con una remontada que se recordará en futuros campamentos.
Después de comer y del tiempo libre tocaba catequesis. La tercera catequesis ha sido sobre la voluntad de Dios y la obediencia. Cómo nos cuesta entender qué es lo que quiere Dios de nosotros cuando solo tenemos que poner alegría en todo lo que se nos pone por delante.
Por la tarde jugamos al polis y cacos. Fue un desastre. Parece mentira porque todos sabíamos jugar. Hicimos tantas trampas que ninguno de los equipos consiguió ningún doblón. La eucaristía la celebramos con el otro campamento porque el sacerdote que presidía con ellos no pudo llegar a tiempo y se juntaron los dos horarios. Fue un momento muy bonito de comunión.
Después de cenar hicimos recuento en la clasificación. Los 9 Templarios se han puesto en cabeza con 29 doblones, seguidos por un empate entre Cachopower Brasileiros y La Xavineta con 21 doblones. Por último, los Pavos Rangers están recortando distancias y tienen 17 doblones. El acampado del día fue Pedro Martin de la Torre. Lleva varios días siendo candidato y ayer se llevó un doblón para su equipo (Cachopower) más que merecido.
Por la noche hubo juego nocturno. Teníamos que alimentar a seis “palomas” escondidas por todo el campamento consiguiendo sus nombres haciendo pruebas. Los primeros en conseguir los seis nombres fueron Cachopower Brasileiros. Había una lechuza que nos robaba la comida y teníamos que volver a reponer al banco, que era la casa de San Isidro. El juego estuvo ambientado en el miladro de las ollas de San Isidro.
Acabamos como siempre rezando completas, agradeciendo todo lo bueno que Dios nos regaló ayer. Hoy toca otra marcha que parece será más suave que la del otro día.