Si algo ha marcado nuestro día ha sido el agua. La mañana comenzó como de costumbre, a ritmo de trompeta, ejercicios y desayuno, eso sí, el cansancio se empieza a notar!
Por la mañana, continuaron las olimpiadas, pero esta vez comenzaron los juegos de agua. Los equipos de Pumas Furious, los Vendetta, los Mochuelos y los Halcones se enfrentaron a diversas pruebas como: Balón prisionero de agua, Frisbie americano, Protege al Santo Padre y Corre que te pillan. Tras una agotadora y competitiva mañana, repusimos fuerzas en la comida.
Por la tarde nos esperaba un planazo! Tarde de piscina!! Aprovechamos a mojarnos y remojarnos, planear la estrategia del juego nocturno y refugiarnos del calor. Antes de cenar, tuvimos la eucaristía que pudimos compartir con dos visitas muy especiales. Nos visitaron Jorge, uno de los nuevos diáconos que había estado de pastoral en el Seminario Menor, y Cesar, seminarista de quinto curso y antiguo alumno del Colegio Arzobispal. Por la noche, se produjo la revancha de Rommel & Montgomery, los equipos estaban preparados para la revancha, pero, para la desgracia del equipo de Rommel, Montgomery se impuso nuevamente.
Tras una jornada refrescante, acabamos el día dando gracias a Dios esperando las nuevas aventuras del día siguiente.