El pasado viernes 10 de diciembre tuvimos un duro golpe, el más duro de la temporada. Caímos 15-0 en el campo del Maristas Chamberí.
Nos encontramos contra un rival muy superior, que jugaba de una manera que no pudimos contrarrestar. Simplemente, no pudimos jugar, el rival nos asfixiaba en la presión, y era imposible pasar del medio campo.
Un meneo así nos viene bien, para ver los fallos y las cosas que tenemos que mejorar, aparte de para ponernos los pies en el suelo, y darnos cuenta que hay equipos muy superiores a nosotros.