Nuestro formador del Colegio Arzobispal, Iñaki Martín, escribe una columna de opinión en el famoso diario «Alfa y Omega». Nos contaba cómo, al llegar a casa tras un largo viaje, siempre recibe el esperado abrazo. Así también ocurre en nuestro colegio. Aquí os dejamos algunas de las citas de Iñaki en este artículo. Para leerlo completo, podéis hacerlo AQUÍ.
Cada año, al comenzar el curso académico en el Colegio Arzobispal – Seminario Menor de Madrid, los formadores y profesores recibimos también a cada uno de los alumnos en la puerta principal del edificio con un fuerte abrazo.
Con este gesto, expresamos lo mismo que nosotros hemos experimentado de alguien que nos quiere: «¡Qué ganas teníamos de verte! ¡Cómo nos alegramos de que estés bien!»; a los alumnos veteranos les expresamos cuánto les hemos echado de menos en los meses de verano y a los nuevos les decimos que son bienvenidos a esta casa. Este primer saludo, que ya se ha hecho tradición en el colegio, es un signo del mandato del apóstol de que todos tengan el mismo cuidado los unos por los otros (1 Cor 12, 25).
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Solo la fe nos enseña a ver cada mañana, cada día, que el mismo Jesús se ha hecho pequeño de nuevo y se sienta en la clase vestido con el uniforme del colegio. Pero no solo ahí.