Buenos días a todos, hoy os escribimos sin saber muy bien si podremos volver a hacerlo; estamos cerca del final. Del día de ayer, podemos deciros que fue un día lleno de batallas, pero no adelantemos acontecimientos. Empezamos con la típica rutina de las mañanas, una vez acabadas todas las tareas y celebrada la Eucaristía nos pusimos en marcha a la piscina. Inicialmente iba a ser un día tranquilo, sosegado, espléndido, pero estos anhelos se vieron truncados al llegar ya que comenzó la primera batalla del día: guerra de piñas.
Durante esta guerra, hicimos un parón para comer un bocata de bacón con queso. A continuación nos bañamos y comenzaron los placajes, luchas y gritos: ni el mismísimo Leviatán se habría atrevido a luchar en semejante batalla.
Una vez estábamos todos agotados, volvimos a nuestro campamento base, preparados para continuar la batalla pero esta vez como espectadores: jugó Alemania contra España. Sin duda fue algo salvaje, la tensión era tan grande que casi se podía cortar con un cuchillo, los goles los celebramos como auténticos lokos, ni en el Coliseo los romanos gritaban tanto. Mientras se libraba esta batalla, Sergio y Guille Ara cazaban un cervatillo llamado Pablo Bausa, el cual se subió a un árbol mientras estos le disparaban flechas.
Tras la cena no hubo juego nocturno, sino que tuvimos un rato de Adoración al Santísimo, dónde pudimos dar gracias y pedir perdón por todo lo ocurrido estos días.
Hoy prácticamente acabamos todo, ahora tenemos Olimpiadas, esta tarde guerra de agua y por la noche la revancha del Romel & Montgomery: ¡en esto se decide todo!
Un cordial y loko saludo de los Hijos de Rohan, los Humanos.